No hay rosas sin espinas

~ 03 agosto 2010




Hace unos días la Casa Rosada está más rosada que nunca. Desde la celebración del Bicentenario, se puede apreciar un destello fucsia en Balcarce 50, y el color es lindo, y la luz es linda, pero a mí me da bronca. Este Gobierno que todo lo da vuelta, logró que lo bello me de asco.


Resaltan la bonanza del rosa, su prosperidad, el amor que denota, la ternura y el afecto. Es como si nos dijeran a los gritos: - ¡circulen tranquilos que acá está todo bien! ¡El país está cada vez mejor! Y destacan con mucho esmero un color hermoso para que no pase desapercibido.

Todo el tiempo los del Gobierno están tratando de convencernos, de manipularnos. Nos dicen que lo malo pasa sólo en la tele, como si viviéramos pegados a la pantalla y aislados de lo que pasa en la calle. Nos subestiman y en vez de espejitos, nos venden paredes de colores.

Se dice que el rosa relaja a las personas nerviosas o irascibles, así que crucemos los dedos y esperemos que nuestros representantes se tiñan de esa calma tan necesaria para la Argentina. Nosotros por lo pronto, la necesitamos para no ponernos verdes cuando pasamos enfrente de quienes nos toman el pelo.

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